miércoles, 29 de octubre de 2008





Perspectiva Cristiana


Sola gratia, solus Christus, sola scriptura, sola fide, soli Deo gloria




(O&DC). AÑO XIV DE SU FUNDACION Y DOS MIL OCHO DE LA ASCENSION DEL SEÑऔर SEXTA EDICION। SANTO DOMINGO REP। DOM. ENERO 2006.



"LaTeología De La Pro$peridad”


Por: Juan Alberto Galvá


Iniciamos este breve mensaje de exhortación reconociendo con humildad nuestra insuficiencia, por lo que, con sinceridad nos cobijamos bajo la gracia de Dios y su Santo Espíritu y bajo la guianza y el consejo de los santos hombres de Dios, para que con libertad, si hallaran alguna cosa en este mensaje que pueda ser considerado contrario a la sana enseñanza o desviado de la verdad, nos lo hagan saber; y nosotros, de la mejor buena gana examinaremos esos sabios consejos para, si hubiera la necesidad, poner los correctivos que hagan falta।Hemos revisado varios temas para dar inicio a esta etapa histórica de Perspectiva Cristiana, todos los temas nos han parecido muy atinados, pero no todos caben en este breve y modesto formato en que renace la revista o folleto, así que se ha decidido darle prioridad a lo que lleva urgencia।Advierto a todos mis lectores, que escribo en este día, bajo la latente convicción de que estamos viviendo aquel tiempo anunciado por el apóstol Pablo que él califica de “tiempo de apostasía” esto es clave para entender la urgencia que le imprimo a este mensaje.No es secreto para ninguno de nosotros que en los ámbitos evangélicos de tiempo en tiempo surgen sus “modas”. No vamos a discutir la pertinencia de las modas que son una manifestación de la naturaleza humana, en cuanto el campo de influencia de esas novedades sea distinto de lo que a la iglesia del Señor compete. Pero cuando estas penetran la esencia del cristianismo, hay el deber y la responsabilidad de denunciar y atacar el mal. Eso tenemos en mente en este breve artículo.Con el pasar de los años hemos visto una cosa tras la otra. Desde las fascinantes historias un predicador puertorriqueño de la década del cincuenta, que tenía la asombrosa habilidad de conseguir apagar bombillos con la sola autoridad de su voz, otro que sanaba enfermos dándoles zapatazos o tocándolos con su corbata, un evangelista que afirmaba que para obrar maravillas primero se llenaba de ira y al mismo tiempo del poder de Dios, un predicador bautizado “el león” porque realiza un ruido parecido a este felino salvaje। También hemos visto surgir a los “solo Jesús”, “creciendo en gracia”, “las herejías de Benny Him”, “la llamada guerra espiritual”, “los modernos apóstoles” la revolución de las iglesias celulares, más recientemente los llamados “encuentros” tema que ocupa en este momento la mayor parte de las energías de miles de creyentes y sus líderes y que según dicen algunos, amenaza con dividir grandes segmentos de la iglesia evangélica en R.D., la ordenación de mujeres y “la teología de la prosperidad” entre otros fenómenos preocupantes y a los cuales nos hemos de referir en entregas posteriores. Por ahora dedicaremos tiempo a la “teología de la prosperidad”.Vivimos en un mundo altamente dominado por los intereses, sobre todo económicos. Estoy seguro que cualquiera estará de acuerdo conmigo en que, aparte de la falta de sujeción a Cristo, los problemas económicos, son la principal causa de traumas en el seno de los matrimonios de hoy día.Casi todo mundo tiene dificultades económicas, algunos problemas más grandes y otros más pequeños. Buscando el origen de esas dificultades hallamos que estas tienen su génesis en la caída de la humanidad y en el articulado y enmarañado sistema que el Príncipe de este siglo ha organizado para subyugar a los hombres ante el amor desmedido al dinero y a los placeres carnales, “la vanagloria de la vida, el deseo de los ojos”1 en palabras del apóstol Juan. En otros casos esas dificultades se deben sin lugar a dudas a una penosa mayordomía de los bienes que Dios da.En esta tierra dinero es también sinónimo de terribles dolores de cabeza, rencillas, odio amargo, amistades rotas, y en casos extremos suicidios y homicidios. Siendo así las cosas no es raro que cuando en las iglesias o en cualquier otro foro se habla de bendiciones o prosperidad, todo el mundo quiere oír dicho mensaje; y si existe la promesa, aunque sea velada, sutil o claramente expresada de que si se realiza un trueque entre Dios y los hombres, el Señor se verá compelido a cumplir “sus promesas” con más fe la gente querrá escuchar dicho sermón. Por supuesto, casi nunca el trueque se anuncia como tal, aunque en esencia, el énfasis y las estratagemas verbales son tan burdos, que aun cuando usen frases bíblicas como “siembra, lluvia, bendiciones, cosecha” los más avisados notan que el enfoque se desvía del camino de la prudencia y de la sana enseñanza.En todo este asunto hay culpables. Por supuesto que los hay. Los primeros culpables son los líderes, cuando hablo de líderes lo hago en términos inclusivos; directores de ministerios, pastores, evangelistas y maestros. Más al final, como victima y como co-culpable yace el laicado.En este punto, vale la pena detenernos un momento y abrir un necesario paréntesis. Muchos actuales líderes de ministerios —en Republica Dominicana hay una gran cantidad de ministerios, desde los más grandes hasta los más pequeños y cada día surgen nuevos— jamás pasaron por un instituto bíblico. Muchos de ellos son analfabetos funcionales, otros son bachilleres; otro tanto esta estudiando en casas de estudios superiores, los menos, son profesionales en distintas áreas y la fracción más reducida son pastores egresados de alguna de las pocas instituciones de formación teológica en el país y otros del extranjero. De este modo, tenemos a líderes muchas veces inexpertos o neófitos en la Palabra de vida, dirigiendo a otros hombres; de buena fe, pero con pésima preparación y estos, a su vez, también de buena fe, guiando el rebaño. Todo lo anterior en franca contradicción con lo ordenado por las Sagradas Escrituras.2¿Cuál pues es el resultado de todas estas desviaciones?Demasiado previsible. Tenemos hombres que tienen celo por Dios, que tienen buena intención, pero que no son capaces de trazar bien la Palabra de verdad. Siendo que no son capaces de transmitir correctamente el mensaje, los que están bajo su cuidado en la mayoría de los casos no pueden tampoco discernir cuando se introducen falsas enseñanzas, no aquellos evidentes errores, referentes por ejemplo a la Trinidad y doctrinas históricas similares; sino aquellas que vienen en un embalaje bien presentado, aquellas que están bien adornadas y que son sumamente atractivas a la carne. Vistas las cosas así, caemos de pronto en un lastimero y peligroso círculo vicioso; los pastores no enseñan bien porque fueron puestos a pastorear sin tener las condiciones mínimas, los miembros luego no se pueden defender de las falsas enseñanzas porque sus pastores no enseñan bien; lo precedente, aparentemente parece querer ser justificado bajo la clásica premisa de que “el fin justifica los medios”. Se piensa que el entusiasmo y fidelidad mostrados por algunos hombres, compensa su notoria carencia de preparación escritural, pero para Pablo la carencia en la capacitación de un hombre de Dios tiene solo un calificativo: ineptitud3, no apto para enseñar, guiar y enj resumen, ante tan agravada situación, su total falta de idoneidad. A la postre, como no nos deja mentir la experiencia, en el más de los casos, el fracaso es notorio: iglesias divididas y pastores y líderes que hacen rodar su testimonio a través de las pestilentes cañerías del descrédito y difamación del diablo.Ahora sin perder tiempo expongamos en qué consiste en líneas generales “la teología de la prosperad” y qué enseña a nuestro juicio la Escritura al respecto.Muchos reconocidos líderes del ámbito evangélico con acceso a los medios masivos de comunicación han diseminado esta mala semilla de la “teología de la prosperidad” hasta meterla en la médula misma de nuestras congregaciones y los resultados no pueden ser más desastrosos. Aunque estoy convencido que algunos de estos hombres están sinceramente equivocados, no me cabe la menor duda, que otros son verdaderos lobos rapaces, ¿quienes son unos y quienes los otros? Eso le toca a usted discernirlo querido lector.Pero bien, fieles a esta mala enseñanza, muchos hombres se han levantado alrededor del mundo y nuestro país no ha sido la excepción, y ya han llegado al colmo de enseñar, que cualquier cosa, por absurda que sea, si la pedimos con fe, la podemos recibir de parte de Dios. Han dicho inclusive, que si usted no esta bien económicamente, o si sufre alguna enfermedad, (porque los creyentes no deben en ninguna manera estar enfermos, porque en la cruz Cristo llevó nuestras enfermedades, según los esparsores de este ajenjo doctrinal), es porque está en pecado, ignorando voluntariamente la clara enseñanza de la Biblia.4 Esas “perlas” se han oído y se escuchan aun hoy día. Tan diseminadas están estas malas enseñanzas que buena parte de las predicaciones de nuestro tiempo utilizan una deprimente fraseología muy alejada de la sencillez y honestidad bíblica y más cercana al actual e invasivo lenguaje mercadológico; frases tales como “la clave del éxito”, “el secreto de la bendición”, “la ley de siembra o la prosperidad”, “unción de dar”, “unción de José” y palabras y patrañas de esta estirpe son el día a día en muchas congregaciones. En efecto “Lo que se anuncia en muchas iglesias no es la acrisolada palabra de Cristo, sino un combo al mejor estilo Burguer King”MOISéSLa HistoriaQUE EL MUNDOIGNORAEL LIDER DERROTADO POR CANSANCIOE d i t o r i a lEl Escriba& P e r s p e c t i v aC r i s t i a n aLa Novela DeJuan Alberto GalváAdquiérala en su librería cristiana local.Hemos visto y examinado brevemente los planteamientos de la “teología de la prosperidad”. No todo lo esgrimido por estos hombres es necesariamente malo o antibíblico, el problema está en el énfasis, y en la aplicación.Nosotros sabemos bien que el énfasis debe estar en una enseñanza integral de las Sagradas Escrituras, llevada a cabo por hombres competentes; que no sean aprendices, no podemos poner hombres a dirigir solo porque sean entusiastas, porque tengan buena intención, o porque sean exitosos, o muy hábiles, o muy inteligentes, no porque hablen lenguas, o tengan sueños, o profecías o visiones, ¡No, no, no y no!¿Qué tipo de hombres necesitamos entonces?Necesitamos hombres quienes a través de la llenura del Espíritu Santo, y la enseñanza, y el entrenamiento recibidos, hayan alcanzado la capacitación que Dios da para ejercer con amor, autoridad, y dignidad este tan delicado y honroso ministerio. Una vez tengamos gente así enseñando y guiando al rebaño, veremos como fruto al pueblo de Dios viviendo una vida en santidad y más acorde a los designios de nuestro Señor. Veremos a los hijos del Altísimo glorificar a Cristo, que es, ante cualquier otra cosa, la misión principal de los hijos de Dios. Y una vez los creyentes vuelvan a mirar a las Escrituras y a vivir por ellas y solo por ellas, comenzará el pueblo a mirar con cuatro ojos todas estas novedades doctrinales y a oponerse y denunciar todos estos vientos de doctrina, mayoría de las cuales tienen su sello “made in usa”.Cabe Recordar que históricamente los introductores de herejías han predicado un 90 por ciento de verdad y un modesto 10 por ciento de mentiras, ¡Pero ay! ¡Qué mentiras! Esa aparentemente inofensiva pequeña inexactitud, acompañada de “buena fe” y un rostro y palabras convincentes son capaces de hacer daños irreparables. La leche 100 % pura, deja de serlo con que simplemente le agreguemos un 0.1 % de impurezas, lo que les digo no es exagerado, es la total verdad. Nuestra responsabilidad no es mantener la sana doctrina libre de grandes errores, o de medianos errores o de pequeños errores, ¡No! Tenemos la responsabilidad de mantener la palabra fiel, tal como se nos ha confiado, (Tit 1:9), (II Ti 2:15) no hay asociación posible entre Cristo y Belial, Jesús y sus apóstoles son claros enemigos del error y la imprecisión. Ahora veamos con paciencia lo que a nuestro modo de ver también enseñan las Escrituras acerca de este tema de la prosperidad.¿QUÉ ENSEÑA EL ANTIGUO TESTAMENTO SOBRE LA PROSPERIDAD?El Antiguo Testamento = A.T. es prolífico en hablar sobre la bendición y la prosperidad. Esta palabra se usa en varios sentidos entre los cuales en la mayoría de los casos esta incluida por supuesto la bendición material.¿Por qué?En primer lugar debemos volver a recordar que el A.T. es total y absolutamente Palabra de Dios. Claro está, sabemos que Dios no en todos los tiempos habló a los hombres en la misma forma,5 aun en tiempos del Nuevo Testamento = N.T. el apóstol Pablo confiesa que “vemos por espejo oscuro”6 lo que implica que el espejo por el cual vieron los antiguos por lógica, debía estar aún más oscuro, así pues el A.T. es en cuanto a claridad, una luz que va aumentando gradualmente —algunos usan el término ‘revelación menor’, pero no he querido usar ese termino aquí, para evitar confusiones innecesarias— conforme Dios fue tratando con su pueblo hasta desembocar en la máxima revelación del hijo Dios, quien sacó a luz la vida y la inmortalidad.Así pues, Dios, que adapta bien su mensaje a sus destinatarios, casi siempre que promete premio a los patriarcas y a los hijos de Israel, lo hace en términos terrenales. ¿Pero de qué otra manera podría ser? Los israelitas no tenían un claro concepto de la vida del más allá, su concepción de la vida en este sentido no difería mucho de lo que otros pueblos creían, así que, de qué otra forma podía Dios expresar su gracia y su bendición a su pueblo que no fuera mediante el goce y el disfrute de bendiciones terrenales. A pesar de todo esto, y en consonancia con lo dicho antes, la revelación de Dios, progresivamente fue llevando a los verdaderos siervos del Señor, no aquellos que simplemente eran linaje de Abraham según filiación carnal, sino aquellos que eran servidores y adoradores de Yahvé; hombres como Abraham, Jacob, Moisés, Elías, Daniel, Job, solo por mencionar a los verdaderos grandes hombres, a los verdaderos héroes de la fe, con el paso del tiempo, mientras su relación con Dios se fue afianzando comprendieron que las verdaderas promesas no eran terrenales sino espirituales. Estos hombres, estoy muy conciente, vivieron una vida plenamente terrenal. No podía ser de otra manera, hasta ahí alcanzaba la revelación que tenían y así quiso Dios que fuese. Declaraciones como las que nos brinda el autor de hebreos deberían ser suficientemente reveladoras para que entendamos con precisión hacia donde quería Dios encaminar el pensamiento y la práctica espiritual de su pueblo. (Heb 11:13-16)¿QUÉ DICE EL NUEVO TESTAMENTO SOBRE LA PROSPERIDAD?Pero cuando entramos al N.T. vemos al menos dos cosas. Por un lado vemos a Jesús, que siendo Dios se hizo hombre, que se humilló hasta lo sumo, que siendo rico se hizo pobre, para enriquecernos con su riqueza. Además, Jesús alienta a sus discípulos a pedir cualquier cosa, porque Él y su padre estarán deseosos de complacer sus peticiones. Por otro lado, tenemos el testimonio de los apóstoles y los primeros discípulos del Señor, cómo entendieron y vivieron ellos estas extraordinarias declaraciones.Creo que para los defensores de la “teología de la prosperidad”, el hacer uso de esta cita: “siendo rico se hizo pobre”… es un error que he cometido, pues esta cita bíblica justifica claramente, según ellos, el que el deseo cumplido de Dios es que seamos enriquecidos con la riqueza de Cristo. ¡Pero no es así! En honor a una sana exégesis, este pasaje no justifica ni remotamente semejante doctrina, al contrario la destruye.¿Por qué razón nos atrevemos a afirmar esto?Como bien sabemos la palabra de Dios para ser bien interpretada debe mantenerse en cuanto a su significado:Lo más sencilla posible.Un solo versículo de la Biblia no es suficiente para formar una doctrina.Antes de establecer un criterio sobre cualquier tema en particular se debe examinar lo que sobre esa materia enseña el consenso de las Sagradas Escrituras.7Pues bien. Cristo, como sabemos, antes de su encarnación estaba en el cielo, “siendo rico se hizo pobre” es decir, era rico en el cielo por su puesto, y se hizo pobre al venir a la tierra. Hasta ahí vamos bien.Hermanos, ahora os llamo a recapacitar un poco. ¿Acaso era Cristo rico en el cielo, en el sentido en el cual nosotros entendemos la riqueza?, ¿o es que acaso en el cielo hay pobreza como acá hay pobreza?, solo si en el cielo hay pobreza como la hay en la tierra, pudiéramos entender la riqueza de Cristo en esa dimensión y creo que todos estarán de acuerdo conmigo en que la pobreza en todos los ordenes en la tierra fue introducida por el pecado. Hasta donde sé, en el cielo no hay pecado, es por eso que oramos “hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”.Ahora bien, esa pobreza no consiste en la condición social con la que Cristo hizo acto de presencia en la tierra; eso más bien tiene que ver con el hecho de que la humillación a la que Cristo se sometió fue extrema en extremoEn otras palabras, el simple hecho de que el Arquitecto y Constructor del universo, a quien pertenecen la gloria, la honra, el honor, las riquezas, la sabiduría, el imperio, y la acción de gracias por los siglos de los siglos ¡amén! (Apc 5:12c y ss…) se despojara de su excelsa majestad (Fil 2: 5-8) y se rebajó para tomar forma humana, todo esto es superabundantemente más que suficiente (el énfasis es intencional) para ver en qué consistió el empobrecimiento de Cristo.Le invito a examinar los pasajes que hablan sobre “las riquezazas en Cristo” para que fácilmente compruebe estas cosas. Pero digo más, no es el mismo apóstol Pablo, quien con meridiana claridad expresa, “porque el reino de Dios, no es comida o bebida” sino amor, paz y gozo en el Espíritu”, ¿con qué dice Pablo que Cristo nos enriqueció en los lugares celestiales? Respuesta: “Con toda bendición espiritual”.La dimensión de lo espiritual, su estructura y organización, lejos de ser tema de nuestro pleno dominio, es materia desconocida para nosotros; en muchos aspectos, no tenemos una perfecta comprensión de los asuntos celestiales, excepto lo que para el beneficio de nuestra salvación se nos ha revelado. Esto es tan así, que Pablo, cuando nos habla de la experiencia celestial que vivió asegura que aunque lo que experimentó fue maravilloso, él no tenía a la mano un lenguaje apropiado para explicar lo que vio y escuchó (como humano). ¿Por qué? Porque estaba fuera de su absoluta comprensión.Siendo así las cosas, bien haríamos nosotros en no especular o enseñar con afirmaciones baladíes sobre lo que no sabemos a ciencia cierta, acerca de lo que no tenemos una clara enseñanza. Lo que fue mostrado a Moisés en el monte de la revelación, era una sombra terrenal que prefiguraba realidades espirituales, pero no podemos extrapolar esa situación y aplicarla a la inversa, pensando que el tipo de organización de nuestra imperfecta y caída civilización es ni remotamente similar a la civilización celestial. En ninguna manera las Escrituras apoyan un enfoque de estos pasajes en el sentido de que Cristo murió en la cruz del calvario para que, en buen dominicano, “estemos en buena”. Los discípulos tenían su mira puesta en lo mediático, en que Cristo reinara y destronara al cruel imperio romano y que ellos pasaran, como sus seguidores que eran, a ser los regentes de las naciones. Jesús no desalentó sus aspiraciones, solamente les dijo que según el cronograma del plan del Padre, esa parte no iba ahora.Aparte de la genuina compasión mostrada por el Maestro ante las penurias de esta humanidad caída, las señales milagrosas realizadas por Él obedecían fundamentalmente a la acreditación de su ministerio, al cumplimiento profético de las predicciones que sobre su persona habían sido hechas.No lo olvidemos, el diablo está vencido, pero todavía está suelto y los creyentes viven en un mundo mayoritariamente desobediente a Dios. La iglesia no está llamada a cambiar el mundo, de hecho, no lo va a cambiar, pero si está comisionada a pregonar la buena nueva a toda criatura, el retorno de nuestro Señor y su juicio inminente; para que todos aquellos a quienes el Padre ha puesto en las manos de Cristo sean salvos; oigan el pregón del evangelio y accedan a su gracia. Y por otro lado, que aquellos que se muestran desobedientes al anuncio de la buena nueva, mediante el testimonio irreductible y diáfano de la iglesia que Él compró a precio de sangre, no tengan excusas aquel día.Para quien lo dude, Jesús y sus seguidores fueron pobres en el más amplio sentido de la palabra en la dimensión de lo terrenal. Sabemos que el Señor cuando niño recibió la pleitesía propia de un rey, un coro de Ángeles anunció su nacimiento y su tumba fue la de un hombre acaudalado. Pero todas estas acciones tenían un propósito profético, didáctico y nada más. Jesús se despojó de la gloria y riquezas celestiales para enriquecernos en el mismo rango, en la misma dimensión espiritual. Nadie puede apoyarse en estas cosas para decir que Jesús tiene como propósito para nosotros el que tengamos una buena Jeepeta, un gran negocio, o que no salgamos de un resort cada fin de semana. No ataco ese sentir, pero no nos apoyemos en las Escrituras para ello porque no hay apoyo Bíblico para tales cosas.No veo a Jesús fustigando a los ricos por el simple hecho de ser ricos. Pero si veo a Jesús personificando a la riqueza como si fuera un demonio que envuelve a los hombres y los extravía del camino de Dios; que los llena de soberbia y pedantería y que les lleva a poner su confianza en las riquezas “que tienen alas”, y se lamenta con hondo dolor: ¡Cuan difícil es para un rico entrar en el reino de Dios! Contrario a ese mal, Jesús recomienda que hagamos riquezas en los cielos, porque las riquezas de los cielos son imperecederas, nos recomienda buscar el reino de Dios y su justicia y promete que las demás cosas serán añadidas, nos anima a que nos abandonemos confiadamente en las manos diestras del Padre porque Él mismo ha manifestado que nos ama y que podemos tener como garantía, que si el Padre cuida a las aves, con mayor razón ha de tener cuidado de nosotros. ¡Alabado sea Dios! Que hermosas, poderosas, sencillas e inspiradoras palabras.Pero no me hago ilusiones, pues sé que para la mayoría este mensaje no resulta atractivo ni alentador. Es una lástima, pues es una exhortación tan estimulante, sincera, verdadera y escritural como puede ser. Este es un mensaje que no deja defraudado a nadie, en cuanto no alimenta falsas esperanzas, ni pone en boca de Dios lo que Él ni ha dicho, ni ha prometido. El Señor, me veo precisado a repetirlo, ya sabe con antelación de qué cosas tenemos necesidad, Él nos ama y se complace en suplir nuestras necesidades, además, “la bendición de Jehová es la que enriquece y no añade tristeza con ella”.En ninguna manera seamos pues engañados bajo el insulso argumento de que Dios quiere nuestro bien, y que por tanto ese bienestar debe traducirse en bonanza económica; porque es de lo más fútil, siniestro y completamente antibíblico. De otro modo tendríamos que admitir que los seguidores de Jesús reprobaron esa materia y hasta el mismo Jesús estaría reprobado y podría ser calificado de fracasado. ¿O es que acaso, todos aquellos, —incluidos los discípulos— quienes contemplaban a Jesús, desnudo, desfigurado, debilitado y soportando aquel enorme fardo de escarnio y vergüenza, no pensarían en Jesús como en un fracasado? ¿Acaso a los ojos de los hombres, se podía tener una visión objetiva del crucificado, que no fuera la de un total y rotundo fracasado? La respuesta es ¡Sí! Así lo veían los hombres, no obstante, desde el cielo el juicio de valor era diametralmente diferente y ese es, al fin y al cabo, el criterio que sí importa. Así que nadie se atreva en ninguna manera a establecer parámetros de valía espiritual basados en riqueza o pobreza, porque la Biblia no le a poya.No pensemos que Jesús vivía ajeno a las necesidades terrenales, muy equivocado está quien tal piense. Es por esa razón que mantiene su grupo de seguidores y a su ministerio bien organizado, y muestra sensibilidad por las necesidades de sus seguidores (Mr 6:31), Él y sus discípulos recibían ofrendas, manejaban recursos económicos, tenían nombrado a uno de ellos como tesorero.Pero, ¿Por qué había un tesorero?: —Por su puesto, dirá alguno, dado que manejaban ¡tanto dinero de ofrendas y donaciones! que era necesario que alguien llevara las finanzas. Suena interesante. Pero no totalmente convincente. Sépase que la mayoría de la gente que seguía a Jesús era gente pobre, eso se desprende fácilmente de los relatos de los evangelios. Ocasionalmente alguna persona acaudalada, agradecida por algún bien hecho por Jesús se sentiría movida a dar, pero la experiencia enseña bien, que en la mayoría de los casos quienes dan con más generosidad y soltura son quienes en realidad menos recursos tienen, nadie crea que el corazón de los hombres de aquel tiempo era diferente del corazón de los hombres de hoy. Creo que esto debería ser suficiente para que tengamos una idea de la enseñanza de Jesús al respecto y de la vida que el maestro vivió y cual es el ejemplo a seguir.¿Pero y qué de los apóstoles? ¿Cuál era la actitud de los apóstoles frente a estos temas?Como era de esperarse, estaban interesados en tener bienes, deseaban gobernar con Jesús, es decir, querían poder (Lc 9:46). No los culpemos, como les dije, ellos no son diferentes de nosotros en lo más mínimo. En algún momento de su peregrinar el Señor les asegura a sus discípulos que, cualquiera que haya dejado familiares o propiedades por seguirle a él, recibiría el doble aquí en la tierra y en el siglo venidero la vida eterna. ¡Vaya vaya! A eso le llamo yo una promesa escandalosa. También nuestro Señor hizo declaraciones tan sorprendentes como estas: “TODO lo que pidan al Padre en mi nombre les será concedido”. *“TODO lo que ates en el cielo será atado en la tierra y todo lo que desates en la tierra será desatado en el cielo”Pues bien. El modo en que vivieron, oraron y enseñaron los discípulos de Jesús es la mejor manera de saber cómo interpretaron ellos estas declaraciones, por cierto, la manera en como ellos vivieron debe ser ante todo nuestra pauta a seguir; así pues, veamos cuál fue la conducta de los seguidores del Señor:1- Hasta donde tenemos noticias, ningún apóstol de Jesucristo vivió a murió con abundancia de recursos materiales.2- No tenemos registro en las Escrituras de una sola declaración de un seguidor de Jesús en donde le pida al Señor recursos económicos ni para asuntos personales ni para la obra evangelística. Pablo no pide por ejemplo, tener un barco para la obra de Dios, para así navegar más rápido y más cómodo, no piden un carro tirado por caballos, o siquiera un caballo.3- Jamás vemos a los seguidores del Señor hacer “declaraciones proféticas sobre lo que se desea en el corazón” (asuntos económicos) para que Dios lo conceda. Ninguno de mis lectores osaría decir que estos hombres no tenían necesidades económicas.De lo que sí tenemos evidencia concluyente es en cambio de que…1- Todos los seguidores de Jesús de los primeros siglos fueron rabiosamente perseguidos, vivieron una vida sencilla y sin demasiadas pretensiones, pero bajo la expectante promesa del retorno de su Señor.2- Que a pesar de lo limitado de los recursos económicos que poseían e inclusive a pesar de la pérdida de sus bienes materiales, (Heb 10:32-34) mantuvieron su fe inconmovible y lograron alcanzar satisfactoriamente el propósito de Dios para su tiempo.3- Que cuando la iglesia pasa por períodos de bonanza económica se vuelve autocomplaciente, frívola, y autosuficiente, mereciendo por ello la dura reprensión de su Señor. (Ap 3:16 y ss…) Compare además, el estado de la iglesia de Cristo en los decisivos días de la reforma.¿Y por qué si hubieran podido pedir de todo no pidieron?Porque estos hombres oraban siendo dirigidos por el Consolador. El Espíritu Santo nos dejó claro ejemplo a través de estos hombres de cómo debemos orar, de cómo debemos realizar el trabajo de evangelización, de qué debemos pedir y qué cosas no hay necesidad de pedir. Notemos que a estos hombres les está hablando en persona el Dios hombre, es una promesa hecha por Jesús mismo, les ha declarado sin ambages: “PIDAN LO QUE SEA” mi Padre va estar muy feliz de complacerlos… y no obstante, ellos nunca abusaron, nunca hicieron uso egoísta de esta prerrogativa. ¿Por qué? Lo reitero, porque era el Espíritu Santo quien les guiaba a pedir lo que estaba en perfecta conformidad con la voluntad del Padre amoroso.Pero alguien me dirá. “Son épocas y necesidades diferentes” y le responderé con simpleza: Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre.Los que quieren triunfar económicamente en la vida, sepan que no tengo nada en contra de ustedes. ¡Yo también quiero progresar! Pero no mediante conjuros mágicos, o ridículas e infundamentadas declaraciones proféticas sin verdadero fundamento escritural.¿Qué de bueno pueden enseñarnos estos exitosos hombres de negocios que ahora son también “exitosos” líderes eclesiales y promotores de la “teología de la prosperidad”? ¡Nada bueno! Lo único que nos pueden enseñar y de hecho, eso es lo que nos enseñan, es un verdadero “arroz con mango doctrinal” sin fundamento, que no hace otra cosa que desviar la atención de Cristo, y poner la atención en lo terrenal, que alejan la piedad sincera y alimentan una falsa esperanza, basada en un repugnante “trueque espiritual”.Así pues, a quienes les queden deseos de oírlo esto les aconsejo: ¿Ustedes quieren ser exitosos en la vida?, ¿Quieren vivir bien? Esta es la revelación del momento; es antigua, pero todavía funciona:Pon tu vida en armonía con la Palabra de Dios, no se nos ha mandado leer Las Escrituras, se nos ha ordenado ESTUDIARLAS, escudriñarlas.Asiste a tu congregación con regularidad, ponte bajo la autoridad de tu pastor y sirve al Señor con fidelidad y humildad.Busca un trabajo si no tienes uno, pídele al Señor que bendiga la obra de tus manos y te dé la oportunidad de ser un hombre o mujer productivo/a, de ser un proveedor/a en tu casa y una bendición en tu congregación.Si no estas estudiando, estudia. Procura superarte académicamente eso contribuirá, con el tiempo, a que tus ingresos mejoren.Trata de ser una persona industriosa —como la mujer virtuosa de proverbios— sé lo más diligente que puedas, no seas de los que están a la zaga, no seas holgazán sino diligente. (Pr 31:10 y ss…).Sé agradecido y da de gracia lo que por gracia has recibido.En conclusión, trabaja para vivir, no vivas para trabajar. Mantén control en el nombre de Cristo sobre el dinero, y no permitas que te controle a ti. Cobra animo y sobre todo sé paciente. No te midas por el éxito de los demás, ni del mundo en general, sino busca saber cuál es la medida de Dios para ti. No te afanes, sino esfuérzate.Les dejo entonces con estas sanas y pertinentes exhortaciones de nuestro amado hermano Pablo.“porque sabéis con cuanta fatiga trabajando de día y de noche trabajábamos para nuestro sustento” (I Co 4:12. II Co 11:27),( I Ts 2:9).“porque para mis necesidades estas manos me han bastado” (Hch 20:34).“el que no trabaje, que tampoco coma” (II Ts3:10-12).“raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciándolo muchos fueron extraviados y traspasados de muchos males” (I Ti 6:10).“debemos vivir en este siglo sobria justa y piadosamente” (Tit 6:8).“que aprendamos a vivir contentos con lo que tenemos” (I Ti 6:8. Heb 13:5-6).1- I Juan 2:16. 2- I Ti 3:6. Tit 1:9. II Ti 2:2 y 15. I Ti 3:2. 3- I Ti 3:2. 4- Mt 11:26. 5- Heb 1:1. 6- I Co 13:12. Obras de referencia a consultar: (Henry Virkler, Principios y Procedimientos de Interpretación Bíblica, Editorial Vida, Zondervan Publishing).Historia del Cristianismo tomo I, por Justo L. González, Editorial Unilit. (“Bendición” Diccionario Bíblico Vila Escuain, Editorial Clie, Terrasa Barcelona).¡APOYANOS! Si este mensaje te parece de Dios, una buena manera de apoyar este esfuerzo, estudiando la base escritural de este tratado y haciéndolo llegar a tus hermanos en la fe de Cristo. Si decides apoyarnos de esa manera por favor déjanos regocijarnos contigo y háznoslo saber a través de
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Por Juan Alberto Galva

EL DESVANECIMIENTO DE LA ESENCIA DEL CRISTIANISMO
UN SIGNO DEL ULTIMO TIEMPO

CAPITULO I
DIAGNOSTICO DE LA IGLESIA ACTUAL


La iglesia, como sabemos, no es ella un fin en si misma, sino un canal mediante el cual la comunidad universal de creyentes cumple su papel dentro del plan de Dios. Pero la iglesia universal es también por separado una iglesia local, y en nuestro caso particular como protestantes hoy día constituimos una verdadera Babel de manifestaciones teológicas identificadas como: bautistas, luteranos, presbiterianos, y una amalgama sin fin de movimientos evangélicos, pentecostales y neo-pentecostales; de los cuales, sin duda, los mas numerosos son el movimiento Bautista, Las Asambleas de Dios y La Iglesia de Dios. Aun cuando no estaba dentro del propósito del Señor el que se identificara a un grupo o a una edificación con su iglesia, hoy por hoy resulta muy difícil pensar en la iglesia separada de dicho concepto.
Pero a pesar de ello, la iglesia con muchas dificultades a través de los siglos ha venido cumpliendo su rol. Aun en las etapas de mayor oscuridad siempre hubo un reducido grupo de fieles quienes mantuvieron en alto aquella fe “una vez dada a los santos” (Jud 3). Pero esto no será así durante mucho tiempo mas, porque, así como fue profetizado que “las puertas del Hades no prevalecerían contra la iglesia. (Mt 16:18)” del mismo modo fue anunciado: “porque no vendrá [Jesucristo] sin que antes venga la apostasía y se manifieste el hombre de pecado”. (II Ts 2:3)

Las iglesias que a si mismas se llaman cristianas y que para la comunidad protestante o evangélica no califican como tales, léase: Testigos de Jehová, Adventistas del Séptimo Día, Mormones, Solo Jesús, entre otros, se libraran de que de ellas surja la apostasía, puesto que para nosotros ya son apostatas, por lo mismo, la iglesia que nos rodea, en la cual militamos, de la que somos parte, es a la que debemos cuidar y de la que, a su vez, aunque nos parezca sorprendente, ¡debemos empezar a cuidarnos!

De este modo, este breve ensayo tratara el problema mas amplio y complejo que enfrenta la iglesia cristiana de este tiempo, que no es la post modernidad, que no es el auge de los medios masivos de comunicación, ni la globalización, ni la secularización, ni nada por el estilo. El problema más puntual al cual se enfrenta la iglesia de este último tiempo, es a nuestro juicio, el olvido de su razón de ser.
Por su puesto, que esta parece ser una frase algo nebulosa y general, por lo mismo, de eso se encargara este corto ensayo. Haremos un breve examen sobre la situación de la iglesia profesante, a los fines de refrescar la memoria sobre su rol y contrastar ese definido papel a la luz de los acontecimientos actuales.

CAPITULO II
UNA DESCRIPCION DE MISION MAS CLARA QUE LA LUZ DEL AMANECER


“Vosotros” —dijo el Señor Jesucristo, “sois la sal de la tierra, la luz del mundo” ¿pero si estas perdieran su esencia, qué utilidad tendrían?(Mt 5:13 y ss..) —la paráfrasis es nuestra—.
Como vemos mas arriba en palabras sencillas pero bastante penetrantes e iluminadoras Jesús nuestro Señor expresa parte del deber de sus seguidores o sea, de su iglesia. La iglesia debe ser capaz de brillar en medio de un mundo que vive sumido en las mas densas tinieblas, la iglesia de Cristo debe poder ser el sazón, el condimento que le de sentido a un mundo hedonista y desorientado que busca aguas donde no las hay, y se alimenta de lo que no es pan. (Is 41:17), (Is 55:2).

Para alcanzar estos fines la iglesia primitiva utilizo herramientas muy definidas, el mensaje cristiano jamás fue un mensaje ambivalente, oscuro, complaciente o de doble interpretación. La iglesia, consciente de su misión se presentó como luz y sal de la tierra mediante:

a- Una denuncia explícita y directa del pecado de los hombres.
b- Anunciando el castigo y juicio de todas las acciones pecaminosas.
c- Expresando la necesidad del arrepentimiento ante Dios.
d- Declarando salvación sola y únicamente en Cristo
e- Expresando de manera clara e inequívoca qué tipo de conducta debía observar un seguidor del Señor.
f- Observando dicha conducta.


CAPITULO III
DESENFOQUE EN EL ALCANCE DE LOS OBJETIVOS DE LA IGLESIA MEDIEVAL

Como sabemos, con el pasar de los años, la iglesia fue poco a poco entrando en un sutil, luego moderado y más adelante, abierto abandono de la esencia de su misión. La iglesia; de ser la guardiana y protectora de la fe, pasó a ser en la época del renacentismo una institución considerada arcaica y retrograda, nada digna de confianza y marginada por todo el que se considerara progresista.
Comenzaron a surgir hombres que alentaban la negación y el desden de todo lo que se considerara acabado o establecido, preconizando que las ideas del ayer no podían regir los ideales del mañana y que el hombre “moderno” no podía ser condenado a la oscuridad solo por el capricho de individuos que no terminaban de visualizar la luz de la nueva era de avance y conocimiento que vivía el mundo. (Véase: Montenegro González Augusto, Historia Del Antiguo Continente, PP 144-145 Editorial Norma Educativa, 1996)

Pero, ¿era cierto o no que la iglesia como institución se había quedado desfasada?
¿Era correcto acusarla de equívocos graves en cuanto a su cosmovisión del mundo y de la ciencia, apegados a la verdad de los hechos? A estas acuciantes preguntas haciendo honor a la verdad tendríamos que responder afirmativamente. Porque para ser francos.
¿Que derecho tenía la iglesia como institución de juzgar a Galileo sobre un asunto que para todos los fines no era materia de su urgente interés? consúltese también para este tema: (http://www.astrocosmo.cl/biografi/b-g_galilei.htm).
¿Por obra y mandato de quien debía la iglesia legislar sobre toda clase de asuntos? La iglesia era pues, en ese entonces, guardiana de toda clase de cuestiones: políticas, sociales, científicas, económicas.
¿Era acaso este su llamado?
¿Era esta su misión?
¿Debía la guardiana de la fe permanecer obstinadamente opinando y disponiendo sobre aquellos temas?


Pero si en vez de hablar de la inclinación de la tierra y del sistema solar o de la redondez del planeta y de toda clase de temas mundanales, la iglesia se hubiera dedicado a ser sal y luz del mundo, se habría cuidado internamente de ser una iglesia irreprensible, una inmaculada columna moral que expresara diafanamente a los hombres de su tiempo el camino del arrepentimiento y guiara a miles a la salvación, otro gallo cantaría. En cambio, la iglesia, como ya se había olvidado de su llamamiento original, era capaz, no solo de no hacer aquello para lo cual fue comisionada, sino que ahora era también capaz de hacer todo lo contrario, era capaz de ser la tiniebla y la amargura del mundo: dirigiendo guerras, persiguiendo a los hombres por sus creencias, haciendo inclusive negocios con lo sagrado.


Si uno analiza el proceder de la iglesia de aquellos años, no puede más que escandalizarse ante lo que lee, y un hondo sentido de impotencia embarga nuestros corazones al ver como los dirigentes de la iglesia de Jesucristo eran tan ciegos que no eran capaces de aquilatar el daño que hacían a la grey de Dios.

CAPITULO IV
ANALISIS DE LA IGLESIA CRISTIANA EN REPUBLICA DOMINICANA EN LA ACTUALIDAD

Pero si extrapolamos lo vivido en aquellas épocas y hacemos un concienzudo contraste con la realidad que se vive hoy, hallaremos un panorama tanto o más perverso que el de aquellos días.

Si la iglesia fuera sal y luz de la tierra, la tierra estaría sazonada e iluminada, pero no es así. Me explico: Yo, de ningún modo soy de los que ilusamente albergan en su mente la posibilidad de que la iglesia sea capaz de transformar al mundo de tal manera que vivamos en una edad de oro, si esto fuera posible, Cristo habría muerto para nada, y su segunda venida no tendría ningún sentido.

No nos engañemos, siempre o al menos hasta el día del retorno de nuestro Señor, habrá tinieblas y habrá desabrimiento en los hombres, pero también debe haber luz y sal. En las tinieblas para que sean verdaderas tinieblas, no debe haber luz, así que cuando alguien es tiniebla se sabe sin lugar a dudas, cuando alguien esta desbrido usted lo prueba y no le sabe a nada o amarga. Hasta ahí vamos bien. Pero en cuanto a la luz y a la sal debería acontecer el mismo fenómeno; si alguien dice ser luz, no debe ser una media luz, ni una luz tenue, tampoco debe ser una luz intermitente, No, debe ser por definición capaz de alumbrar de tal forma que las tinieblas sean desalojadas, así mismo la sal debe salar de tal manera que sea inequívoco el que esta salado del que no lo esta.

Ahora bien, en honor a la buena práctica médica debo decir que el buen cirujano distingue bien los órganos unos de otros para evitar situaciones que después puedan ser irreparables. Sabemos que tal como lo anuncian las Escrituras: “el trigo y la cizaña han de crecer juntos”, sabemos que “Satanás se viste como ángel de luz”, todo eso lo tenemos presente, esa es la explicación en parte, de porqué en el devenir de la historia cristiana han acontecido tantos hechos lamentables. Pero de lo que estamos hablando ahora es de un ininterrumpido proceso de debilitamiento de las bases de sustentación de nuestra esencia e identidad cristianas, para de mostrar esto expondremos en breves líneas algunas de las claras manifestaciones de este evidente cumplimiento profético.

Lo que a continuación expondré, reflejará mayormente la experiencia evangélica de la Republica Dominicana, es decir la realidad presencial de lo cual no puedo hablar con respecto a ningún otro país, aunque si tenemos como muestra, lo que leemos, vemos y escuchamos a través de los medios de comunicación internacionales.


Hace aproximadamente de 15 a 20 años la obra evangélica tenía una representación muy reducida en la Republica Dominicana, esto a pesar de que incursiones protestantes en territorio criollo ya se venían produciendo desde finales del siglo XVI. Véase: (http://historiadominicana.blogspot.com/2008/01/apuntes-para-la-historia-de-la-religin.html). Para esos años todavía se observaba en la mayoría de las congregaciones un marcado énfasis en la santidad; sobre todo la santidad asociada con la vida de oración, ayunos frecuentes, retiros espirituales y la observancia de cierto recato en la vestimenta, el lenguaje entre otros. Se percibía una denodado interés por la salvación de los no alcanzados, así que gran numero de actividades evangelísticas eran realizadas a fin de atraer a Cristo al mayor número de personas que fuera posible; después del mensaje de salvación, ningún tema parecía más urgente que la proclamación de la segunda venida de Jesucristo. El crecimiento de las iglesias no era por aquel entonces un fin en si mismo, sino, que era el resultado natural de los esfuerzos evangelizadores. Los pastores por su parte tenían tanto o mas problemas que hoy en cuanto a su formación bíblica, pero al menos poseían ciertas cualidades que ya no abundan, habiéndolas aprendido por imitación, sabían que las ovejas necesitan seguimiento; así que eran pastores visitadores, conocían el rebaño, eran amorosos, cuidaban grandemente su reputación como creyentes, vivían y fomentaban la vida en el espíritu y eso se reflejaba a su vez en las congregaciones. Las iglesias ni los pastores eran perfectas entonces, también en aquel momento se dividían, había iglesias débiles espiritualmente y pastores indignos, pero no era una norma común.

Pero en un indeterminado período de los años noventa comenzó a producirse un fenómeno muy particular: de repente ciertos líderes empezaron a investigar las esquivas razones de porqué, al parecer de ellos, la obra evangélica no crecía a un ritmo apreciable, además surgieron preocupaciones en el orden de:
a- ¿Por qué el alcance de la obra evangélica impactaba solo a las clases mas pobres?
b- ¿Por qué razón en promedio las iglesias evangélicas no pasaban de entre 45 y 60 miembros?
c- ¿A qué se debía el que iglesia no tenía un mayor impacto a nivel de la sociedad?
d- ¿Debido a qué los políticos no tomaban en cuenta la opinión de los evangélicos?
e- ¿Por cuál razón la iglesia Católica disfrutaba de grandes beneficios bajo la falda del Estado y las iglesias evangélicas no?
Y una tras otra y a veces más de una a la vez, fueron surgiendo estas “inquietudes” estos anhelos de conquista y trascendencia. Así surgió la fiebre del Igle-crecimiento, el sueño de las mega iglesias basadas sobre todo el modelo y la visión herética de Paúl Yionggy Cho. (Véase La cuarta Dimensión, Cho David Yionggy Cho, Editorial Vida (consúltese también, http://www.wikilearning.com/curso_gratis/la_nueva_era-paul_yonggi_cho/1245-32) Nació la “santa” envidia por una iglesia no ya de 100 ó 200 miembros, sino aquellas historias basadas en su mayoría en experiencias de países del primer mundo y en vía de desarrollo, que no podían aplicarse a nosotros por razones obvias, pero que nos inyectaron con espiritualizados argumentaos tales como “el Dios de allá, es el mismo Dios de aquí”.

De paso este desbordado anhelo de crecimiento traía consigo tras bambalinas toda una sarta de elucubraciones nada espirituales, sino más bien arteramente orientadas en muchos casos a la obtención de objetivos financieros que aportarían poder, fama y pingües beneficios a quienes fueran propietarios de semejantes franquicias eclesiásticas.
De repente era cosa de todos los días la discusión acerca de qué porcentaje de la población representábamos los evangélicos en Republica Dominicana. Los únicos datos que se tenían por entonces daban cuenta de que los evangélicos rondaban el 11% de la población, todo esto basados en una encuesta hecha por la Pen & Shoen, y otra por el Congreso de Pastores (COMPAS) encuestas no exhaustivas o poco rigurosas científicamente hablanco y que a juicio del director del desaparecido periódico evangélico El Tiempo Final, lic. Víctor Tiburcio, “no eran de fiar”, Véase (Anuario Bendición, Editorial El Escriba, pag 19, primera edición 1996).
Basados en estos datos nada fiables, se tejían hipótesis de porqué en los Censos Nacionales no se contaba a los evangélicos, mientras se buscaba hacer opinión publica para presionar al gobierno para que incluyera en el Censo preguntas de índole religioso. No es que saber cuantos éramos no fuera importante, es mas bien, que no debía convertirse en una prioritaria obsesión lo uno podíais hacer, sin dejar de hacer lo otro. Es cierto que en un país donde no hay libertad religiosa es legitimo y deseable obtener información de este tipo, pues dicha información ayuda a hacer conciencia en los gobernantes y conseguir así conquistas que permitan la libre manifestación de la fe, pero, en un país como el nuestro, donde todo el mundo hace lo que le da la gana, qué otras cosas, que no sean poder y extrañas influencias puede querer la iglesia. Experiencias electorales recientes Ya nos han advertido qué se buscan esas influencias y esta más que claro que no siempre son los intereses más santos.

Pero tiempo más tarde ya no era solo el énfasis en el crecimiento de la iglesia sino que otro fenómeno mas comenzaba a carcomer la esencia de nuestra fe cristiana, entonces empezamos a leer, oír y ver un alud de personas e instituciones que nos decían que ser pobre y ser cristiano no eran dos cosas compatibles, empezaban a desilusionarse los que habían introducido el tema de las mega iglesias, y ahora había que introducir otra novedad, era como para que no estuviéramos ociosos, así que como la realidad de que no habría aquí nunca una iglesia como la de Paúl Yionggy Cho, empezaba a hacer mella en aquellos que a capa y espada habían defendido el movimiento celular; otro invento; otro snobismo; como la clave, la llave, el secreto —palabras favoritas, de los pseudo profetas de este ultimo tiempo— para alcanzar esa quimera utópica, estos conjurados maestros del error ahora cambiaban, audazmente, en algunos casos, e inocentemente en los menos casos, de estrategia, ahora lo importante era enseñarle al rebaño del Señor como ser exitosos en la vida, como no ser de los que están a la zaga, como salir de la pobreza mediante las infinitas e incondicionales bendiciones arrebatadas en el Calvario, pero esta vez dieron un paso mas atrevido, puesto que ahora para obligar a todo el mundo a meterse en “la visión” le agregaron carácter de exclusividad al asunto, el que era pobre, estaba bajo maldición, el que estaba enfermo debía rechazar la enfermedad porque todas venían del Diablo y así por el estilo, este ajenjo espiritual tenia pues su éxito asegurado, porque pobreza y problemas es lo que mas abunda: Resultado, la mayoría de los creyentes alrededor del mundo en todas las épocas desde que se fundo el cristianismo son y han sido pobres; por tanto miles de hermanos atestados de problemas no por causa del Diablo, sino por toda clase de circunstancias entre las que no se puede dejar de mencionar: malas decisiones financieras, censurables hábitos de compra y poca sujeción a los mandamientos de la Palabra de Dios, se vieron arrastrados a creer ciegamente todas las tonterías de la mas absurda y vergonzosa de las teologías abrazadas por los evangélicos la llamada Teología de la Prosperidad. El único suceso al que puedo comparar semejante teología es a la aspiración del papa León X y sus pretendidas indulgencias.
Pero no queda esto ahí, sino que por los mismos días en que se nos quería atarugar la Teología de la Prosperidad también se nos lavaba el cerebro con otra “revelación” la llamada “Guerra Espiritual”. Lo más interesante de todo es que la Guerra Espiritual no tiene antagonismo con el igle-crecimiento, ni tampoco con la teología de la prosperidad, sino que hay perfecta cohesión entre todos estos ventarrones teológicos. Todo esto se explica porque ninguno tiene un buen fundamento un abismo llama a otro abismo a la voz de sus cascadas andarán dos juntos, si no estuvieran de acuerdo.
De esta forma si se examina detenidamente todo el devenir de estos últimos 15 o 20 anos de la iglesia evangélica dominicana advertimos que una tras otra se van sucediendo oleadas de estas manifestaciones teológicas; todas aparentemente con un factor común: no tienen un fundamento bíblico ni mínimamente aceptable. Pretender ser “nuevas revelaciones, manifestaciones y/o el mover del espíritu” se supone que se refieren al Espíritu Santo, nunca tienen un origen en la praxis de la iglesia local, sino que siempre han de ser “made in otra parte” siempre provienen de otras localidades, en donde es de suponer que, o tienen otra Biblia, o la entienden o estudian mas que nosotros, o de otra manera, o simplemente no tienen nada provechoso que hacer y siempre están inventando una manera novedosa de llamar a la atención, dominar y ganar dinero.
La orientación de los últimos movimientos, novedades y super-ministros que han ido surgiendo no nos auguran nada bueno. Ahora la persona que es responsable de muchas iglesias (cosa de por si divorciada de la enseñanza del N.T.) en vez de llamarse supervisor o superintendente, se hace llamar “Apóstol”, y como si todo esto fuera poco hay los que no conforme con esto se hacen llamar así mismos Patriarcas. El resultado de todo esto es que hay una gran cantidad de gente anhelando obispado por razones equivocadas, mucha gente se acerca al evangelio asisten a las iglesias permeadas por estas corruptas enseñanzas y creen haber conocido el evangelio, estos pues son no mas que ciegos guías de ciegos, si la misericordia del Eterno no los alcanza, su inevitable destino será caer en el abismo.
CONCLUSION

Ante semejante estado de situación, qué debemos hacer como miembros del cuerpo de Cristo, como participantes de la naturaleza divina, como piedras vivas y como co-responsables activos o pasivos del problema antes expuesto.


EN PRIMER LUGAR EL QUE SEA SANTO SANTIFÍQUESE MÁS TODAVÍA.

A- Empezando con el liderazgo, que es el segmento que en primera instancia tiene y promueve la fuerza del cambio.

B- Si por ignorancia, dejadez o contubernio hemos participado de alguna de estas corrientes necesitamos hacer un alto en el camino y reevaluar todas estas corrientes teológicas sometiéndolas a la analogía de la fe, cedaceándolas mediante el mensaje sencillo y claro de las Escrituras.

C- Necesitamos ser muy humildes y arrepentirnos de haber participado de estas cosas, pedir perdón a aquellos a quienes hemos mal influenciado con estas enseñanzas y orar y ayudarlos para que el Señor les dé la oportunidad de volverse a la sana fe.

D- Debemos comprometernos con el estudio serio de las Escrituras, no con una simple lectura superficial, no solo con devorar los libros y comentarios de otros, sino de ir nosotros mismos a la fuente, beber de ella y ser enseñados por el Espíritu Santo, tal como esta establecido en la Escritura. No estoy desdeñando la erudición, de lo que estoy hablando es que nuestro estudio personal y la oportunidad de que seamos dirigidos por el Santo Espíritu de Dios, mediante el estudio, el ayuno y la oración no deberían ser dejados en manos de otros que no en todos los casos tienen ni la correcta intención ni la necesaria consagración.

EL LAICADO TAMBIÉN PUEDE HACER SU PARTE:

A- Seguir las instrucciones en cuanto a reevaluar todo a la luz de las Escrituras.
B- Someterse plenamente al mandamiento y enseñanza de nuestro Señor y sus apóstoles.
C- Orar fervientemente por sus pastores si es que estuvieran involucrados en estos movimientos y según el Espíritu les de oportunidad procurar llamarlos mansamente a reflexión.
D- No tomar decisiones precipitadas ni contenciosas e cuanto a este tema, sino someterlo todo a oración y a la paciencia del Señor.
E- Escapar por su vida, si tras un concienzudo proceso de examen, oración y confrontación amorosa sus autoridades, después de haber dado claras muestras de haber caído en la apostasía, no obtemperan al llamado a retomar la senda.

UN PASO MAS ALLA

Tanto laicos pero mayormente los líderes tienen la responsabilidad no solo de estar en contra de estas enseñanzas, sino también de denunciarlas, no podemos simplemente estarnos en nuestro sitio viendo venir el mal, sino que debemos apercibirnos y además alertar a otros. Es inevitable que la apostasía venga, pero los verdaderos cristianos deben limpiarse de todas estas cosas. Sí los perversos y réprobos serán inmundos todavía, pero nosotros no somos del retroceso para perdición sino de los que alcanzan las promesas, somos y debemos ser de los que podrán responder positivamente aquella incógnita de nuestro Señor….. “hallará fe el hijo del hombre cuando regrese la tierra”…. Cada creyente comprometido deberá responderle a su Señor en su venida.

TAMIZ TEOLOGICO

Por: Jean Aschroft Gilford




Dios tiene supuestamente una voluntad directiva o “decretiva” y una voluntad permisiva. Entran dentro del campo de su voluntad “decretiva” toda clase de eventos que no dejaran de ocurrir bajo ninguna circunstancia, y en su voluntad “permisiva” ocurren hechos que el simplemente deja pasar. Pero todo esto es una suposición, dado que Dios a nadie le ha dicho tal cosa. Toda esta teoría esta basada en una serie de deducciones y suposiciones muchas veces diseñada para “ayudar” a Dios, ayuda que El, sin duda, no nos ha pedido, y que la mayoría de las veces provoca mas males que bienes. Eso no quiere decir, que dicha suposición sea necesariamente sin valor, solamente quiere decir, que no debe darse a una suposición, el carácter de la cosa definida y definitiva.

Para que se vea que no estoy totalmente en contra de trabajar con cierto nivel de teorizacion diré que, la teología, por ejemplo, es un mal necesario, al cual podemos comparar a la arbitraria división de la Biblia en capítulos, versículos y sub-secciones tituladas, es un mal necesario porque sin estas divisiones seria mucho mas difícil recitar, memorizar, estudiar y citar la Biblia; al mismo tiempo, estas divisiones inexistentes, hacen que la posibilidad de romper con la estructura del discurso y provocar énfasis, distorsiones de sentido y objeto que jamás tuvo en mente el autor; pero bueno, humanamente hablando era imposible hacer lo uno sin correr el peligro de lo otro. Del mismo modo la teología, es un acercamiento de la mente humana, al pensamiento de Dios, a fin de dar explicación a situaciones que no están del todo claras en la Escritura, no se trata simplemente de una serie de comentarios sobre pasajes escogidos para el ego personal del que los escribe y para el cerebro holgazán que los va a digerir. La teología es mas bien un esfuerzo intelectual para estructurar, sistematizar y “armonizar” las Escrituras. El problema, como ya lo hemos dicho anteriormente, es el hecho de que se procura en muchos casos dar una explicación, desde una perspectiva que no siempre toma en cuenta ciertas barreras, ciertos límites. Hay casos en la Biblia, en los que buscar una explicación a ciertos fenómenos, declaraciones o actuaciones es sin sentido, dado que probablemente el autor divino no tenía el propósito de que esa declaración, o acción se entendiera en lo inmediato.

Uno de los casos que más tensión crea es el de la soberanía y presciencia de Dios, versus el libre albedrío. Ni siquiera hay la necesidad de preguntar ¿Lo puede Dios realmente todo? O ¿Lo sabe y predestina Dios, realmente todo? La respuesta no nos elude, al contrario, nos abruma, Dios finalmente lo sabe y arregla todo. Lo que si podemos preguntarnos es: ¿Es el hombre realmente libre? Si lo es, en que forma y medida lo es, y si no lo es, o tiene una libertad limitada, en qué sentido y medida es responsable de sus acciones, si como el mismo apóstol Pablo argumenta: “si nadie ha resistido jamás su voluntad, ¿Porqué pues inculpa de pecado? ”.

Fieles al buen método, veamos el desarrollo de la doctrina clara y ampliamente expresada en toda la Escritura.

Sin embargo cuando pasamos a examinar al hombre y su libertad hallamos lo siguiente: en Edén el hombre fue creado para un propósito el cual le fue claramente expresado en un mandamiento:
a-deben multiplicarse
b-deben someter la tierra y todo lo que en ella habita.
c-no deben tocar el árbol de la vida del bien y del mal.

Las dos primeras partes del mandamiento no parecen un mandamiento en si mismo, pero si lo son. No era algo a lo que el hombre debía ni podía oponer resistencia. No se trataba pues de un consejo amistoso o de una sugerencia o un anhelo sujeto a la decisión del hombre, se trataba más bien de la respuesta ineludible a un plan maestro.

Para que veamos la implicación de obligación solo tenemos que observar lo siguiente:
El hombre fue creado por Dios capaz de reproducirse, como sabemos, la seducción, la atracción sexual forman parte del proceso reproductivo. A Adán se le hubiera hecho imposible decidir resistirse a su deseo sexual, mas temprano o mas tarde aun cuando hubiera querido resistirse —para lo cual no parece haber ninguna razón inteligente— habría terminado ineludiblemente uniéndose a Eva, no quizás para procrear, sino para satisfacer su deseo sexual, y de paso, una causa aparentemente secundaria hubiera traído a la realidad la causa principal, la reproducción, el mandato de Dios, se habría cumplido entonces.
Someter la tierra, por otro lado, tampoco era algo a lo que el hombre se pudiera resistir, por diseño estaba programado para ello, su cerebro vino equipado para aprender hasta el infinito, para inquirir, observar, crear y conquistar, por lo mismo, ya en la primera o quizás en la segunda generación de hombres veríamos el fenómeno de la jerarquía al que contribuiría como primer factor la longevidad, el derecho de primogenitura, el ingenio y el esfuerzo personal. Como se ve, dos aparentemente simple órdenes eran de principio imposibles de esquivar, Dios normalmente nos manda hacer lo metafísicamente estamos equipados para hacer y todo lo que a su predeterminado plan ayuda. En algunas ocasiones nos manda hacer lo imposible pero eso lo veremos mas adelante.

Antes de proseguir veamos más o menos como podríamos asimilar la “organización de los decretos de Dios” usando la palabra “decreto” en este caso no significando lo que en la teología comúnmente esta apartado para este termino, sino mas bien referido ahora este termino a la “lógica” del proceder de Dios. Si tal cosa pudriera ser posible.

Dios no puede ser desobedecido, por lo menos, no esencialmente, es importante entender aquí como uso este termino debido a que la Escritura habla consistentemente de la desobediencia del hombre y responsabiliza directamente al hombre por su rebeldía y por las consecuencias en otras palabras, nada ni nadie puede hacer oposición a Dios sin que a su vez tenga consecuencias por ello. Si Dios pudiera ser esencialmente desobedecido Dios esencialmente no pudiera ser soberano y por lo mismo no calificaría en la definición de Dios. (Que Dios perdone tanto atrevimiento de mi parte).
Lo que quiero decir es que la tolerancia a la desobediencia seria una muestra de debilidad por un lado, de carácter pusilánime por otro, de tendencia anárquica por otro, y de disputa del poder y la soberanía de Dios, entre muchas implicaciones todas negativas y por lo mismo, negaciones de la naturaleza perfecta de Dios. Así que las criaturas pueden intentar oponer resistencia, Pero como no son esencialmente libres, su intento tiene consecuencias: Dios las castiga.

El hecho de que Dios pueda castigar la desobediencia es una de las mayores pruebas en contra de la “libertad” como algunos la conciben, no se puede ser libre, y a la vez carecer de capacidad. Si no puedes hacer lo que quieras sin que a su vez ello tenga consecuencias negativas, eso no se puede llamar libertad. Todavía esa cualidad fuera anarquía y libertinaje, seria la libertad del libertinaje, por su puesto que, la naturaleza benigna de Dios se explica también, por el hecho de que, seria imposible la existencia de un universo ordenado y sustentable mediante un sistema anárquico, sencillamente el azar, la anarquía y el despropósito conduce inexorablemente a la destrucción, por lo mismo la bondad es la naturaleza sustancial de Dios, el no se puede separar de ella, ni ella de el, porque el es ella y ella es el. Esta cualidad es solo de Dios.
Las criaturas no eligieron a Dios para que las gobierne, Dios no les preguntó si querían ser gobernadas, Dios, pues ejerce su magistratura sobre sus criaturas por derecho de creación, las criaturas les pertenecen por de hecho no se pertenecen así mismas, son propiedad de Dios, esa es la misma razón por la cual puede haber un infierno donde Dios envía a los transgresores de su ley, porque el tiene no solo el derecho de reprobar, y de castigar, sino también el derecho de destruir si lo quisiera y el de alinear en el infierno, porque todo es suyo.
Así pues el castigo es la respuesta unilateral de Dios, operando en su soberanía, para dar una respuesta a una condición intrínseca dentro del diseño humano, el ser humano es capaz de ser contestatario, pero no es libre puede desde su propio punto de vista, desviarse del camino que según el es el que Dios trazó delante suyo y de hecho lo intenta, y a sus ojos se escabulle, pero en esencia, solo hace un berrinche, porque el sigue el camino que le fue trazado de antemano, pero como hace una disputa publica al camino que se le traza, como desafía la autoridad máxima, es castigado, no por desviar la senda o tratar de torcerla porque esencialmente no puede torcerla, sino por manifestar públicamente su insujeción y rebeldía



Ahora bien, lo que sigue puede ser conflictivo, porque las dos anteriores partes del mandato se cumplieron porque por diseño debían ocurrir así, luego este mismo principio no debería de aplicarse a la cuestión del “árbol de la vida de la ciencia del bien y del mal” yo creo que no, pienso que seria una incoherencia total. Parte del diseño y programación original era el que el hombre comiera del árbol, el que comiera ayudaría al propósito original y redundaría en una serie de consecuencias secundarias.

Una de ellas en primera instancia que el hombre fuera siendo consciente de que fue creado inferior,
De que estaba diseñado para ser superior
De que valorara en toda su plenitud los conceptos de “bueno” y “ malo”
De que contrastara mediante la experimentación lo infinitamente excelso de la grandeza y bondad de Dios.
Versus la infinita maldad capaz de ser albergada en el corazón humano
De que experimentara y valorara en su justa medida la indescriptible sarta de miserias que resultan de un corazón que no reconoce a su hacedor


Esto es así, porque no es posible, por definición, que Dios haya de antemano diseñado un plan sucesible al “fracaso”, sin que dicho “fracaso” hubiera sido originalmente parte del plan.

Así pues, Dios sabia que pecarían, pero digo mas, Dios planifico la caída, porque todo ello al final coadyuvaba al plan principal. Dios no es reo de su propio infierno por ello, primero porque El es soberano, segundo, porque “quien ha resistido jamás su voluntad” tercero porque su plan es perfecto y nada escapa a su planificación, de este modo Dios no planifico el pecado como una causa primaria sino como un consecuencia directa de la causa primaria. Dios mando al hombre no comer, a sabiendas de que dicho mandato el detonante, para que comieran, no es cierto que si no comían sucedería algo más, eso es una falacia, y una incoherencia total, Dios no tiene un plan B debajo de la manga.
Por diseño el hombre estaba inclinado a comer del árbol, sin que comerlo implicara en este caso pecar (me explico) no estoy diciendo o negando lo innegable, que el hombre al violar el mandato de Dios haya pecado, no jamás de los jamases, lo que digo es que, la comezón por saber y conocer el bien y el mal y mas allá eran parte intrínseca del diseño humano, no así quizá, la prudencia, la continencia, y otras cualidades que le vinieron después de aprender por experimentación la imprudencia y la incontinencia.

Dios dijo que no coman, sabiendo que comerían, y habiendo planificado que lo hicieran, y cuando lo hicieron no es que lo haya descubierto, es simplemete que el plan prosiguió, tal como había sido planeado.

No hay pecado en decirle a alguien que no haga algo, que de todos modos sabemos que lo hará, no hay nada de malo en advertir a alguien que no haga algo porque tendrá consecuencias que nosotros anticipamos a crear a fin de lograr un propósito definido.







OTRO TRATADO
EL VALOR DE LA SANGRE
LA OBEDIENCIA




La sagrada escritura nos dice que sin derramamiento de sangre no hay remisión de pecado. También nos dice que toda desobediencia es pecado. Sabemos así mismo, que Adán y Eva pecaron mediante la rebelión, la codicia, y otros males relacionados todos fundidos en un mismo accionar, el accionar de la desobediencia, la transgresión de los claros mandatos de Dios.

Cuando se analiza la prueba a la que Dios sometió a la primera pareja se ve claro que el objeto de prueba no era relevante en si mismo, pudo haberse tratado de una roca sagrada, un determinado arroyuelo del que no se podía beber, o una rosa perenne que no se pudiera arrancar, el objeto era indiferente, excepto en cuanto al carácter didáctico del objeto escogido, si es que tenia alguno. Dado que casi cualquier cosa puede tornarse codiciable con solo mencionar la palabra NO LO TOQUES.

Los mandamientos adquieren magnitud dependiendo de quien los establece. Solo establece mandamientos quien tiene fuerza para hacerlos cumplir mediante la coerción, un mandamiento sin poder coercitivo, se convierte en una mera declaración de intenciones. Es bien sabido que Dios había demostrado al hombre hasta cierto punto que tenia poder. Se había presentado ante él como su creador. Cuando el hombre abrió los ojos por primera vez no sabemos que fue lo primero que vio o a quien vio, quizá estaba junto a si el Ángel de Jehová, aunque nos parece poco probable. O tal vez, simplemente escuchó la voz de Dios después de un rato. Lo cierto es que esa voz hablaba de todo lo que rodeaba al hombre como suyo, y dado que todo era de su propiedad y creación suya, tenia el poder y el derecho para delegar autoridad sobre todo lo creado.

En el hebreo bíblico nombrar además de simplemente poner un nombre tiene una implicación de propiedad y de pertenencia. “He aquí llamo Dios a lo seco tierra y a la reunión de las aguas mares” Dios llama a las cosas por nombre como el quiere porque les pertenecen. Como una forma de mostrar al hombre que Dios realmente esta delegando autoridad sobre él le da la potestad de ponerles nombre a los animales, Dios reservó parte del evento post creación para el hombre; nombró todas las cosas en términos generales, pero un acercamiento más particular lo dejó en manos del hombre.

La relación que Dios mantenía con el hombre era armoniosa, aparentemente nada ocurría que rompiera la calma y el equilibrio reinantes en el Jardín del Edén. Los roles parecían estar claros:
Dios era alguien diferente de todo lo conocido, no tenia cuerpo, no era visible, pero era una realidad presencial. De una u otra forma la voz de Dios llenaba la ausencia de un cuerpo visible.
Dios tenía poder, siempre se presentaba así mismo como el propietario.
Dios era feliz, no parecía necesitar nada, lo sabía todo y hacía todo cuanto quería.
Dios por lo mismo era dueño, establecía reglas y anunciaba castigos.

Pero hasta ese momento no había incursionado ningún tipo de actividad violenta en el entorno; entonces el hombre ignoraba la ira de Dios, aunque conocía el termino castigo, pero solo en términos teóricos. Dios hasta ese entonces no había probado que era capaz de hacer cumplir sus demandas. Por lo tanto, el hombre podía verse tentado a desafiarle. Pero Dios no ha tenido ocasión de mostrar su poder persuasivo y correctivo aunque sabe que muy pronto lo hará. El hombre, por su parte, no ha despertado a la realidad de que puede intentar cuestionar a quien se presenta ante si como superior y desafiarlo. Y no ha despertado a dicha realidad porque no ha habido en la necesidad hasta el momento. El hombre es feliz con lo que ve, con lo que oye, con lo que tiene, y con lo que da, y la palabra necesidad no existe para él, pues en este momento histórico realmente no le falta nada.

Hasta que otra voz, pero con cuerpo, llama su atención procurando desacreditar a la primera voz, esa primera voz que hasta aquel momento era la única voz, aquella voz, que, hasta aquel entonces había sido suficiente para proporcionarle toda clase de bienes todos palpables; pero que por su puesto, a cambio ejercía supremacía mediante la coerción de: “mira, si haces esto luego te pasa esto”

Así que la segunda voz, la de Satanás, procura desacreditar la voz de Jehová. Asi que el hombre ha sido advertido de que la primera voz no le ha dicho todo, de que pudiendo darle mas cosas las retiene caprichosamente y de que teme perder su supremacía si ellos descubren la clave del poder que se halla en precisamente aquello que se les ha prohibido tocar.

Aquel fruto, bonito o feo, grande o pequeño, rojo o blanco, estaba en el contrato desde el principio; pero de buenas a primeras una de las partes ha decidido quebrar el contrato unilateralmente, sin previo aviso, sin mesa de discusión y de manera alevosa. Una de las cláusulas del contrato, establecía en su párrafo dos b, que la muerte, una situación del todo desconocida para el hombre, tendría lugar el día que hubiera una violación al contrato, decimos desconocida, a menos que se admita que, la muerte tenia manifestación en alguna forma en el Huerto del Edén. El hombre sabia en teoría que era la muerte, pero no lo había experimentado, sabia también en teoría que era el castigo, pero no lo había vivido, conocía el amor y lo bueno, pero no había visto jamás la maldad, así que no tenia plena conciencia de lo que tenia entre manos, no tenia un paralelo eficaz con el cual comparar y contrastar su inmensa felicidad a fin de que la supravalorara. Lo único que conocía hasta entonces era la obediencia y sus resultados. Así que un día el hombre decidió violar el contrato, se vistió de boy scout y se aventuró a la mar, aunque no esperando encontrar lo que halló.

Buscaba saber lo que la primera voz, la voz de Jehová había rehusado decirle, esperaba talvez adquirir poder y quizá encontrase con Dios en aquella esquina inmaterial en la que se ocultaba y silbarle, “hey tú Jehová, no me querías decir el secreto, pero, no importa, mi amigo Satanás me dijo todo” ¡Como te quedo el ojo!”
Pero aunque su piel se veía exactamente igual que antes de comer el fruto y el aire en la piel no se sentía diferente un extraño sentimiento jamás experimentado antes empezó a bombardear su mente. Era la culpa. Ese sentimiento comenzó más o menos cuando la conversación iba por: “no es cierto, de todos los árboles podemos comer, menos del árbol de la ciencia del bien y el mal, porque Dios nos ha advertido que moriremos si lo hacemos”
El asunto empeoró cuando sabe Dios usando que artimaña la mujer convenció a su marido para que también participara, y se terminó de desmoronar, cuando los armoniosos sonidos del Huerto y el dulce trinar de las aves tornaron en ruidos espantosos porque la mente ya estaba predispuesta al mal, cada eco era la presencia de Dios, la primera voz, pues la segunda voz hacia rato ya no se oía, por más que llamaron al Diablo para que les respondiera por haberlos estafado, por más que le dieron voces, la segunda voz no respondió; y no podía ser de otro modo, la segunda voz estaba en el cielo, llevando un recado ante la primera voz:
¡Mira lo que le hice al rey de la tierra, le arrebaté su corona, ahora yo soy el príncipe! ¡Lo ves, te dije que gobernaría de cualquier forma!

Es entonces cuando Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, las tres voces omnipotentes, que forman la única e inconfundible voz que inspira reverencia y respeto conforme al plan preestablecido actúan para adoctrinar al hombre sobre el fundamento del poder de Dios. Hasta ahora el hombre no sabía si Dios, era el único Dios, o si era el único poderoso, o si simplemente era medio poderoso, o poderosito, ahora el hombre iba a aprender por experimentación que cuando Dios dice: NO HAGAS, no solo expresa un deseo, sino que también está dando una orden, y que cuando Dios dice: “si no haces esto te pasa esto” es porque de cierto tiene con qué responderle a los pretendidos desafíos, porque para él no hay tales.


CARACTERISTICAS DEL TIEMPO DE LA SEGUNDA VENIDA II

Por: Juan Alberto Galva
Ahora bien, sabemos que existen al menos dos escuelas de pensamiento al rededor de las cuales gira mas apasionadamente el tema de los días finales: LOS AMILENARISTAS, y LOS PREMILENARISTAS, de los POSMILENARISTAS, ni si quiera hablaremos porque sus postulados no han hallado eco excepto quizás en algunos segmentos de la Iglesia Católica Romana.
Para desarrollar el tema de la manera más ordenada posible trataré de brindarles un esquema ordenado de las cosas que deben suceder y el orden aproximado en que deben tener ocurrencia:1-Debe producirse una gran debacle social, moral, espiritual política y económica, que suscite la urgente búsqueda por parte de las grandes potencias de una solución de índole mundial, algo así como lo que ocurrió en la I Guerra mundial, el tratado de Versalles y la formación de La Sociedad de Naciones, que luego de la II Guerra mundial cedería el paso a las Naciones Unidas, algo similar a su vez, con lo que esta pasando en estos días (2008) con el desplome mundial de las bolsas y la gran crisis económica que sacude al mundo. No es esto, todavía, pero muy cercando a esto.2-Debe generarse una situación de agitación social a nivel del mundo, ligada con el terrorismo extremo, y el desplome de las economías que, "justifique" el que todos los gobiernos comiencen a recurrir a medidas de excepción:
1- Supresión de las garantías constitucionales
2- La limitación de la libertad de reunión y propaganda, lo que incluirá la proclamación de cualquier ideología envolviendo la predicación del evangelio.

3-Debe asumir la regencia de "las grandes potencias" una especie de "Directorio" al estilo de la Revolución Francesa, pero el funcionamiento de tal instrumento político de transición, será incapaz de pacificar al mundo por la lentitud en la toma de decisiones, lo cual supondrá la necesidad, ya no de un gobierno colegiado, sino de un comandante en jefe, que, con toda razón, deberá ser deseablemente alguien firme, arrojado, frío y por su puesto dictatorial. Este personaje ya viene con titulo, EL ANTICRISTO, por su puesto el ANTICRISTO tendrá un nombre, así como el MESÍAS tenia uno, se llamaba Jesús y era de Nazaret, un pueblito de Palestina en la región de Judea. Del mismo modo, EL ANTICRISTO, se llamara quizás; Arismendi, Charles, Amhed o algo por el estilo. En este articulo sin embargo, no solo le vamos a llamar ANTICRISTO, sino que le asignaremos un nombre, para que nos vayamos acostumbrando a la idea de que el tendrá uno, su nombre será MOISES. Vendrá de alguno de los pueblos del Norte de Europa y será una persona que, mas allá de su preparación académica, natural en cualquier hombre destacado hoy día, será un hombre de un espíritu indomable y personalidad única. Será una persona que vendrá acompañado con el carisma de un Bill Clinton, con la popularidad de un Hugo Chavez, con la frialdad de un Vladimir Putin y con el carácter despiadado e insensible de un Osama Ben Laden.
Cuando estos elementos estén debidamente consolidados en el escenario mundial, ya tiempo antes otro suceso se debe haber estado gestando; se trata de la apostasía.

CARACTERISTICAS DEL TIEMPO DE LA SEGUNDA VENIDA










Por: Juan Alberto Galva

DISTINTAS ESCUELAS ESCATOLOGICAS

La escatologia es la ciencia biblica que estudia los acontecimientos finales. Ahora bien, sabemos que existen al menos dos escuelas escatologicas al rededor de las cuales gira mas apasionadamente el tema de los días finales:
LOS AMILENARISTAS
LOS PREMILENARISTAS
POSMILENARISTAS
De los Posmilenaristas ni si quiera hablaremos porque sus postulados no han hallado eco excepto quizás en algunos segmentos de la Iglesia Católica Romana.
Para desarrollar el tema de la manera más ordenada posible trataré de brindarles un esquema ordenado de las cosas que deben suceder y el orden aproximado en que deben tener ocurrencia:1-Debe producirse una gran debacle social, moral, espiritual política y económica, que suscite la urgente búsqueda por parte de las grandes potencias de una solución de índole mundial, algo así como lo que ocurrió en la I Guerra mundial, el tratado de Versalles y la formación de La Sociedad de Naciones, que luego de la II Guerra mundial cedería el paso a las Naciones Unidas, algo similar a su vez, con lo que esta pasando en estos días (2008) con el desplome mundial de las bolsas y la gran crisis económica que sacude al mundo. No es esto, todavía, pero muy cercando a esto.2-Debe generarse una situación de agitación social a nivel del mundo, ligada con el terrorismo extremo, y el desplome de las economías que, "justifique" el que todos los gobiernos comiencen a recurrir a medidas de excepción:

1- Supresión de las garantías constitucionales

2- La limitación de la libertad de reunión y propaganda, lo que incluirá la proclamación de cualquier ideología envolviendo la predicación del evangelio.

3-Debe asumir la regencia de "las grandes potencias" una especie de "Directorio" al estilo de la Revolución Francesa, pero el funcionamiento de tal instrumento político de transición, será incapaz de pacificar al mundo por la lentitud en la toma de decisiones, lo cual supondrá la necesidad, ya no de un gobierno colegiado, sino de un comandante en jefe, que, con toda razón, deberá ser deseablemente alguien firme, arrojado, frío y por su puesto dictatorial. Este personaje ya viene con titulo, EL ANTICRISTO, por su puesto el ANTICRISTO tendrá un nombre, así como el MESÍAS tenia uno, se llamaba Jesús y era de Nazaret, un pueblito de Palestina en la región de Judea. Del mismo modo, EL ANTICRISTO, se llamara quizás; Arismendi, Charles, Amhed o algo por el estilo. En este articulo sin embargo, no solo le vamos a llamar ANTICRISTO, sino que le asignaremos un nombre, para que nos vayamos acostumbrando a la idea de que el tendrá uno, su nombre será MOISES. Vendrá de alguno de los pueblos del Norte de Europa y será una persona que, mas allá de su preparación académica, natural en cualquier hombre destacado hoy día, será un hombre de un espíritu indomable y personalidad única. Será una persona que vendrá acompañado con el carisma de un Bill Clinton, con la popularidad de un Hugo Chavez, con la frialdad de un Vladimir Putin y con el carácter despiadado e insensible de un Osama Ben Laden.
Cuando estos elementos estén debidamente consolidados en el escenario mundial, ya tiempo antes otro suceso se debe haber estado gestando; se trata de la apostasía.

SEGUNDA VENIDA JUICIO FINAL EL MILENIO ETERNIDAD





















Por: Juan Alberto Galva

LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO

En este artículo abordaremos los acontecimientos finales. Sin duda se trata de un contenido fascinante pues es la parte de la Escritura en que se nos narra el fin de nuestro peregrinar y se da inicio a nuestra eterna comunión con nuestro creador, es decir, es el tramo de la Escritura que nos pone en contacto directo con la realidad de nuestro porvenir. Los acontecimientos finales o escatología, son entonces, una ventana de diáfano cristal por la que podemos divisar a Dios interviniendo firmemente a favor nuestro y mediante la cual nuestra alma ve la consumación de todos nuestros más hondos anhelos.

Este tema apasiona a muchos, pero pocos lo abordan con la seriedad que amerita; con una imaginación desbordada y con toda clase de especulaciones que no pueden ser apoyadas con la Biblia, otros lo hacen privados de la gracia necesaria, para advertir que estos acontecimientos narrados mayormente en los evangelios, Daniel y Apocalipsis ameritan contextualización y por lo mismo precisan cierto grado de adjetivación sin caer en las fantasías desbordadas. El pueblo de Dios necesita saber que el cielo es real y no un lugar etéreo, que las páginas de la Biblia no se borraran cuando el Anticristo se manifieste y que Cristo viene inequívocamente UNA SOLA VEZ y NADA MÁS.

Por tanto aquí hallaras respuesta a innumerables interrogantes, un panorama esquemático y coherente con las Escrituras, que te permitirá por primera vez formarte una imagen mental y en el mas aproximado orden de sucesión de los futuros acontecimientos del fin. Si andabas buscando respuesta e información segura sobre este tema tu búsqueda ha terminado.

COMO LA MUJER CON DOLORES DE PARTO

Es sumamente interesante el que Cristo describa su Segundo, único y final regreso a la tierra con la comparación de la mujer que esta de parto. Si usamos aunque sea un poco la imaginación veremos que Jesucristo deseaba darnos un vivido ejemplo de como será su retorno. Nótese que, normalmente, la mujer que esta de parto, no alumbra y ya, sino que empieza haciendo leves contracciones, espaciadas muchas veces por horas, después por minutos y luego se hacen más o menos intermitentes, no obstante, cuando el evento se va a producir ocurre indeteniblemente.